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lunes, 6 de diciembre de 2010

CIEN AÑOS DE ETERNIDAD

La palabra que decimos
viene de lejos,
y no tiene definición,
tiene argumento.

Cuando dices: nunca,
cuando dices: bueno,
estás contando tu historia
sin saberlo.

Luis Rosales (1910/2010)








Sobre pastos de aguas minerales,
relieves amasados de montaña,
mil verdes en los riscos
y luz de chimenea en mi desierto.

Con leña, sal y humo
recito con los ojos silenciados
poemas manuscritos de Lorca y de Rosales,
simulando ser eco de la ausencia.

La raíz del paisaje les delata,
la flor de los granados y su fruto de sangre,
aromas de altitud en soledad
y el alma de los dos extraviada.

Acaso mi presencia en La Alpujarra
no sea más que lluvia sin destino,
la actitud de un bohemio
surcando libertades que no existen,

pero puedo escuchar
la voz con que hizo Dios a los poetas,
sus palabras en ellos,

y dónde puso el sur la eternidad
para ser poesía en el destierro.



Manuel M. Barcia

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