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jueves, 30 de diciembre de 2010

EL SUDARIO DE PENÉLOPE



Ardía tu interior.
Reclamaba el crepúsculo del fuego
en un vientre de diosa.

Yo fui el desconsuelo de la lumbre
con el agua que sacia
la sed abrasadora del desierto.

Y tú la cicatriz que nos cosía
al rictus de tus labios
enfriando el deseo,

mientras teje Penélope un sudario.


Manuel M. Barcia

2 comentarios:

Concha Vidal dijo...

¡ Pbre Penélope, menuda despedida de 2010 !!!

Concha dixit.

Unknown dijo...

Jaja

Es que Penélope, es así, Concha...

¡ Tejerosa !


Muy feliz 2011 !!!

Un abrazo
Manuel