Tú eres el instante,
el eslabón que une los átomos del tiempo
con lo antiguo que anida en sus raíces.
Tú eres el espacio del silencio,
el pálpito de amor que se recrea
volando tu alma pura en mi conciencia.
La noche nos ampara,
hilos de sombra-luz nos entretejen
en marañas de instinto
que anuncian la invisible sanación.
La vida nos estrecha entre sus brazos,
no hay muerte ni agonía,
la cólera del dios de los durmientes
no cruza nuestro umbral con sus tinieblas.
El rostro de los sueños se disfraza de ti,
sonríe amaneceres de belleza.
Juntos atravesamos la penumbra
y te ofrezco mis ojos que alumbran todavía.
Manuel M. Barcia
2 comentarios:
Fabuloso, Manuel.
Cada día escribes mejor.
Beso de meiga
Ana
Eres un referente de creación para mi, meiga. Y tu amistad, un tesoro incalculable.
GRACIAS, (con mayúsculas son más considerables)
Un beso
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