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sábado, 13 de septiembre de 2008

BAJO NUESTRA PIEL

*
Brotaste en las semillas de la nada,
como magma a contraluz
que aviva la simiente de un poema.

De la inútil pleamar,
llegaste como ninfa de las aguas,
mensaje de sirena
en turno de vigía
de las olas más altas sin espuma.

A merced de tu estrella,
soy único destino sobre el fuego
en la quietud el espacio sideral.

Y eres hembra en los racimos del aire,
en desnudos acordes
que estrechan sin memoria
el latido de un tumulto pasional.




Manuel Martínez Barcia

2 comentarios:

Ana Muela Sopeña dijo...

Sí, eres único destino, Manuel. Y aún está ese magma latiendo en el interior de mi tierra-luz. A punto de iniciar un gran viaje me encuentro sideralmente preparada para que el título de este poema se haga realidad.

Un beso suave
Ana

Unknown dijo...

En la ficción del tiempo-luz surca el espacio una estrella errante sin dueño,
que emana la alegría del abrazo que quisiera germinar en juventud pletórica bajo nuestra piel.

Ojalá, Ana.


Un beso brisa

Manuel