*
De las ruinas del mar,
desnudas el naufragio de la vida,
pálida y fría su herida de luz
con tu sombra a mi lado.
Yo soy el otro lado del espejo,
tan lejos de la imagen que deserta
al silencio de las grietas de otoño,
tan cerca de sembrar ninguna tierra
con los frutos de amor ilimitado.
Estoy donde confluyen ciegamente
reflejos sin destino,
donde beben las aguas de los cuerpos
como almas sin sed de soledades.
Es inútil que los mares se escondan,
que las lluvias emigren a desiertos lejanos,
porque yo tengo un hada,
los sueños de los cielos que me llegan.
A mi Sorguiña.
Manuel Martínez Barcia
Poema del día: "Querido cielo", de Taghrid Abdelal (Palestina, 1984)
-
Miraré a tu espalda
si te acercas aquí abajo un poco más.
Dios está demasiado lejos como para darse cuenta.
Ven más cerca
para que los credos tejan tu verd...
Hace 1 hora
2 comentarios:
Precioso poema donde lo real y lo soñado confluyen en una haz de luz y de fantasía. Con una cadencia perfecta te deslizas por un territorio casi irreal que toma cuerpo en el verso y en el cuerpo del mundo.
Un placer de lectura, Manuel, con esa sombra a tu lado.
Belleza, verdad y sueño en tus letras.
Un abrazo grande
Ana
Gracias por dejar la huella de tu sombra a mi lado, meiga.
Un beso
Manuel
Publicar un comentario