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He soñado que moría en la noche
atado a la sonrisa del descanso
que tiembla el agua desprendida de ti.
He soñado la realidad palpable
anegado en los besos
que emitían leves signos de auxilio
en un nido de secreta morada.
Arráncame de esta luz
que amanece extinguida
en el lecho ciego de un desvarío.
Abrásame en tu ardor inverosímil
que aún llueve en la alegría del viento
y en su brisa de fuga bulliciosa.
Espera a que yo llegue
a lomos de una antorcha que cabalga
sin darse por vencida
en el fondo del tiempo de tu llanto
Que asoma un grito sordo
a la sombra de mi ser
en éxtasis de luz sin compañía.
Y renace de las grietas inertes
que se entierran en destinos de fuego
en las pieles que se abrazan desnudas
y se curten al sol.
Manuel Martínez Barcia
Poema del día: "Bejuco silvestre en invierno", de Geoffrey Hill (Gran
Bretaña, 1932-2016)
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La vieja dicha del viajero aparece,
desnuda,
como una flor de espino
mientras el coche ingresa en la ciudad
entre borrosos pormenores…
Liana silvestre vert...
Hace 6 horas
2 comentarios:
El dolor en la sombra, lo que no se expresa grita en tu poema con lirismo y profundidad.
Entre lo inerte y la pasión existe una abismo que se cruza con la palabra.
Un poema que atraviesa la mirada del alma con fuerza, arrasando cualquier obstáculo.
Un poema para leer muchas veces
Enhorabuena
Un beso de meiga
Ana
Gracias por tu entrega en esta lectura, Ana.
Un beso
Manuel
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