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Desanduve lo fértil de tu cuerpo.
La yerba de la piel aún me recuerda,
silencio en tu humedad, sólo simiente,
para fluir mi aliento en la siega.
Tendido en los surcos de la mies
soy siembra en tus cenizas todavía,
como savia en el fuego.
Volvimos a ser huella de la luz,
su pulsión en el agua,
del rayo resplandor en la entereza,
el fruto en las raíces de lo eterno.
Manuel M. Barcia
El pájaro y la lluvia
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Qué mansedumbre de alas flotando sobre el manantial de la vida.
Lluvia y silencio en las horas de la quietud
cuando el vergel vive entre las nubes ...
Hace 6 horas
4 comentarios:
Lo fértil de la memoria es savia del fuego y la luz,raíz de lo eterno.
INTERESANTE y bello concepto!!
Un poema muy hermoso Manuel...La belleza en sí misma es una explicación y, nuestra mirada la mayor muestra de que seguimos vivos.
Un abrazo poeta.
Gracias por poner luz a esta visión, Elsa.
Un abrazo
Manuel
La vida en tu mirada es suficiente convicción, María.
Me alegra enormemnte tu presencia.
Un beso grande.
Manuel
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