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De repente fluyó,
la música sonando en nuestra piel.
Y un arpegio silente nos cubría
con luz de amanecer,
del temblor, complaciente.
Manuel M. Barcia
A unos metros de ella
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Mueve sus manos como si fueran títeres.
Me asombran el baile de los dedos
y la expresividad del rostro,
la coreografía que interpreta
cuando fuma...
Hace 43 minutos
2 comentarios:
PRECIOSO,muy.
elsa
No encuentro palabras, sólo mi agradecimiento sincero.
Manuel
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