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El óxido vencido del placer
palpita lentamente tu exterminio,
contraviene la luz en soledad,
te domestica.
Tan sólo tu cadáver me sostiene,
inmóvil el deseo,
destino al porvenir que desconozco.
Y un grito clandestino se levanta
mientras fluye un aullido por tus venas
con esperma sediento que te bebe,
que te unge de llanto,
te fermenta en incienso.
Porque un rito salvaje
requiere madreselva al despertar
y en su origen, rocío,
... para huir del incendio.
Manuel M. Barcia
La sobriedad intelectual
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La sobriedad espiritual
Es un segundo de inocencia
Descubriendo la intelectualidad
Del grillo que canta por las noches
Noches de luna ll...
Hace 5 horas
2 comentarios:
Quizá el porvenir que desconoces sea el motor clandestino.
La resolución es genial,Manuel.
Un abrazo:
Elsa
... o un vientre respirable.
Thank you for being, Elsa.
Un beso
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