¡¡¡ FELIZ AÑO NUEVO !!!

A los que estáis, a los que no, a los que me dais fuerza, a los que sois mi debilidad, a lo que soñais mis sueños, a los que amo al despertar, a los que hacéis de mis quimeras una hermosa realidad...


.....¡¡¡ FELIZ AÑO NUEVO !!!


Y mi ferviente deseo de que halléis en el tañido de doce campanadas el eco avanzado de las horas que os traigan un venturoso porvenir.

Manuel.

EL SUDARIO DE PENÉLOPE

Ardía tu interior.
Reclamaba el crepúsculo del fuego
en un vientre de diosa.

Yo fui el desconsuelo de la lumbre
con el agua que sacia
la sed abrasadora del desierto.

Y tú la cicatriz que nos cosía
al rictus de tus labios
enfriando el deseo,

mientras teje Penélope un sudario.


Manuel M. Barcia

MI AMOR SABÍA DE TI

Antes de que fuéramos
la luz desparramada del olvido.

Incluso mucho antes
del semen que da origen a la lluvia
y se fragua en el fuego;
mi amor sabía de ti.

Sabía que no existe la alegría
si llega el desencuentro a los finales
rindiendo su calor en abismos de ausencia.

Sabía del recuerdo de tu piel.
Del paisaje desierto
que asola cada instante de la duda
cuando el tiempo detiene los relojes
entre sombras de velas que no arden
y muestran en penumbra tu quietud.

Sabía cuánto duelen las palabras
escritas con el alma en un poema
burlando la impostura de matices
que conducen los versos
hasta un final feliz.

Ahora sólo quedan,
las sílabas vitales del silencio
latiendo el corazón de las estatuas.



Manuel M. Barcia

ENTRE HOMBRE Y ANIMAL

Hay tipos tan prendados de sí mismos,
tan sicarios del otro que le adula,
tan de paja, si hablamos de valor,

tan capaces
de apuñalar la espalda
si tienen ocasión...

Que tienen doble piel
allende un corazón deshabitado
y un código moral de cetrería.

Son seres entre hombre y animal,
simbiosis de algún gen
que adquirió la maldad por propia iniciativa.

Sin embargo, escriben poesía,
se acuestan y amanecen con mujeres,
son eco del aplauso en los pregones,
y brazo ejecutor de la sentencia
que proclama la caza
deporte de nobleza y señorío.

No quiero que la paz y la concordia
sean cita inevitable del placer que supone
excluirlos de mí
en los días que dios bendice la inocencia
de todo lo que puebla bajo el cielo.

Esos tipos y yo,
celebramos distinta Navidad.



Manuel M. Barcia

TODO LO QUE ARDE

El brote macerado por el frío
extrae de la sustancia el corazón
en las fuentes de piedra.

Te ofrecí
mi presente
esculpido con pétalos de rosa.

Y tú me devolviste
la zarza con espinas
después de haber quemado su fragancia
con esperma de hielo.

Y un ramo de palabras
con letra manuscrita en los jardines
que fueron de la luz un paraíso
convertido en cenizas.

Traía en su crespón
el luto de tu nombre
com0 dedicatoria :

¡ Todo lo que arde,
muere !

Y queda rota el agua
donde yacen amores
estériles e impuros,

sangrando en tu vientre de ramera.



Manuel M. Barcia

OASIS DE LUZ

¿ Con qué extremo rigor,
por qué nos hemos hecho tan distantes ?

Carlos Barral






Recorro laberintos de la lluvia
buscando donde alzan su memoria
los oasis de luz.

Te intuyo en el perfil de las mareas,
como un brazo de luna
capaz de ser alquimia en el recuerdo
cuando el éter silencia su energía.

Rastreo en la ficción de las palabras,
y encuentro las imágenes de ti
sumergidas en sílabas oscuras
sin nadie a quien amar mientras te sueño.

Pero he de conformarme con mi yo,
y el eco imperceptible
que llega de tu voz a mi retina
en el tiempo que dios nos acunaba,

con el alma recíproca y gemela.


Manuel M. Barcia

GRACIAS Y ADIÓS

Me quedé sin palabras,
mi alma ya no sabe que decir...



Quiero ser breve
en esta despedida.
Gracias y adiós.



Manuel M. Barcia

PARTÍCULAS DE CIELO

Partículas de cielo
se caen del extravío de la nieve
cuando bajo el relámpago te incendias.

Viajaré por la noche,
a ciegas, sin temer las inclemencias
que enturbian el ensueño.

Serás del resplandor la quemadura,
y del fuego, pretexto,
vaticinio salvaje,
la luz del equinoccio en mis sentidos.

Y yo seré en ti,
lo fugaz que amanece sin materia.

PATRIA

Los últimos vestigios
del amor
calcinan el escudo
de mi patria.

He olvidado su nombre.

Banderas con el sol a media asta
enmudecen la luz,
silenciándola.

Me besas tan solemne como estéril.

Y yo susurro un himno en tus laureles,
volviendo a ser origen
de mí mismo.



Manuel M. Barcia

CON TOXINAS DE TI

Con arroba en la firma del e-mail,
recibí tus palabras de cálido mensaje
timbrado por la urgencia del deseo.

Disculpa mi tardanza en responder.

Tenía el amor a contratiempo,
atrapado en la red de las desilusiones,
con toxinas de ti,

y el virus de tu nombre en el spam.



Manuel M. Barcia

PALABRAS DE PAZ

A Chekib El-Khiari,
a Ronak Safarzadeh,
a Huang Jingiu

y a tod@s los que son víctimas de la injusticia, tan sólo por clamar valientemente, gritos de libertad.





Con algo de pureza y poesía,
quisiera regalaros mis palabras.

No deposito en ellas gran valor,
ni siquiera los dones de amnistía
que puedan dar al preso libertad.

Pero sí pueden ser, un humilde tributo,
para todos los hombres y mujeres
que sufren entre rejas la condena
de penar en la cárcel
la voz del corazón con sus creencias
en pos de la justicia y la hermandad.

No es mucho lo que vais a recibir.
Tal vez de nada valga mi consuelo,
ni las demás pacíficas reseñas
de solidaridad
que otros con el alma, os puedan demostrar.

Son fechas las que corren, de concordia
y amor en el talante universal.
También de hipocresía y de cinismo,
cuando a solas, la muerte se proclama
en las sombrías cuevas del olvido.

No quiero ser profeta o mensajero,
tan sólo portavoz del sentimiento
que lleve hasta muy cerca de vosotros
mis palabras de paz,

por si acaso sirvieran
sus sílabas de aliento
para reconfortar
el daño que os ha sido inflingido

por las manos que blanden los látigos sin causa
y son de la tortura, lo indecible.




Manuel M. Barcia

ELECCIONES DE ALTURA

Es fácil la elección para el alambre
cuando el funambulista
es voto de la urna con los pies:

Destreza o descalabro.


Manuel M. Barcia

LA ESPERA

El frío de un incendio no apagado
me asalta la quietud.

La espera del amor es conjetura.
Es brillo y palidece
según sea el juicio de los sueños.

¿ Y si viste de blanco
en los días de nieve ?

¿ Y si tuviese alergia
al invierno polar ?

Y ahora que lo pienso,
no tengo edredones ni almohada,

espero que le gusten los peluches...



Manuel M. Barcia

DELANTE DEL TRINEO

¿ Cómo huir del invierno ?
¿ Cómo plasmar la escena del ayer
filtrando por la luz mis objetivos ?

Tal vez con el magenta durmiendo en el color
y algo de cián sobre amarillo,
consiga ahuyentarme del espejo
hasta ser foto en sepia.

O ser lienzo pintado en primavera,
reír mi adolescencia en blanco y negro.
O quizá, simplemente,
deslizar mi niñez sobre la nieve,

mientras corre veloz un fotograma
delante del trineo.



Manuel M. Barcia

PATRIMONIO Y HERENCIA

Tener un patrimonio es el vaivén
que mece avatares de la vida.

A veces, corroído por la muerte,
y otras esperando las herencias
que atan con pesares a los desasosiegos.

No es fácil convertir lazos de sangre
en tiempo de avaricia sin heridas
cuando el alma se quiebra,

... desolada.




Manuel M. Barcia

DICIEMBRE / 2100

Los bosques están muertos y no hay rastro del mar.

Un árido horizonte me contempla
reflejando extensiones de yermos donde hubo
sembrados bajo un cielo que fue azul.

Es Diciembre del año dos mil cien.

Hace apenas un siglo,
los pájaros de luz eran presagio
de los amaneceres que giraban un mundo en armonía
antes de que las sombras
fueran la madreselva del olvido.

Muy pronto llegará la Navidad.

El Niño está jugando con la arena,
para ser el oasis
del agua que transforma los desiertos
en la lluvia de luz
con la que Dios bautiza el universo,

mecido en su portal de Nacimiento.



Manuel M. Barcia

EN UN LIENZO DE TANKAS

Pintabas con la punta de tus dedos
mariposas celestes
en un lienzo de tankas.

Colores de aire
y óleo de arcoiris.
Todo era luz
en tus sueños azules
de infinita belleza.



Manuel M. Barcia

EL FINAL DE LOS HÉROES

El final de los héroes
es un tiempo de fuga
que vence al enemigo si está cerca.

Y doy grandes zancadas que me alejen de ti,
pero siempre es más rápido tu vientre,
galopas el furor de un huracán,
mientras yo desfallezco
a lomos de tu grupa
la dicha del vencido sin saberlo.



Manuel M. Barcia

EL ECO DE TU VOZ

Un abismo de luz
rezuma en las entrañas de la noche
las sombras hacia dentro
que plañen el destino de lo oscuro.

Una lágrima insomne
resbala clandestina por tus ojos
la pálida textura de la melancolía.

No hay sales de tristeza
ni gotas de sigilo
en las huellas que surcan su camino.

Tan sólo un grito mudo de socorro,
el eco de tu voz
pidiéndome otro beso en la memoria

y el último suspiro...




Manuel M. Barcia

PALABRAS SIN ESTRELLAS

Un arcángel caído
medita triste y solo en la penumbra
la gloria que fue fruto del ayer.

Es ancha la visión que lo separa
de tránsfugas poetas
que huyen de la cólera de Dios
cuando queda vacío el universo.

Nos une un agujero de la nada.
Tú y yo entre la ausencia del espacio,
no caben las partículas de luz,
tan sólo los aullidos de la niebla.

Y los versos al aire
que ahora son palabras sin estrellas
en la feria del libro.

Y yo sigo escribiendo, sin embargo.



Manuel M. Barcia

MUY PRÓXIMO Y LEJANO

No sé nada de ti.
Se ha roto el armazón que nos unía.

Y me falta la llave
que sepulta los ecos suspendidos
tras espejos con voces de lo amado.

Es tu ausencia tan sólo un ciclo nuevo,
un vuelo de emoción dentro del aire,
el recuerdo durmiente que medita
muy próximo y lejano.



Manuel M. Barcia

ÉXTASIS Y BRUMA

Descendía la luz temblando nuestro clímax en tinieblas.
Y yo corría ciego por tu abismo de sombra.



Manuel M. Barcia

LA HERIDA DE TU PIEL

No era uña la brisa
que acariciaba el fuego
surcando el abrazo donde gimen
los pétalos de rosa.

La herida de tu piel no era de sangre.

Era el labio que precede a la lluvia,
la sed de la serpiente
que anida en lo mortal de la dulzura
cuando el río de semen no es veneno.

Es ávida la luz de los espejos
si germina la sombra
del llanto que florece
con lágrimas de amor sobre mojado.

Desnudos todavía,
en el tallo del lirio
se anudan los recuerdos,

soñando entre las grietas de la muerte
nuestra resurrección
en las aguas del tiempo
que fue chorro de miel.


Manuel M. Barcia

PRIMERO FUE LA LUZ

Primero fue la luz,
para que pueda el hombre
armarse con las bombas nucleares,
tomar de lo inflamable su botín,
y derramar la sangre de los otros
llevando inexistencia coagulada
con átomos de vida que no caben
en claustros de diseño inteligente
creado en lo divino a tal fin.

Por último, el descanso,
o el acto de morir entre oraciones,
-quizá nocturnamente-,
la postrera razón que dios inventa

para ser, aquí paz
y allí gloria.



Manuel M. Barcia

A SABIENDAS

........... orgullo


................................................... vanidad

........................ é
........................ t
........................ e ..................................................................... oasis
........................ r
..

................................................... insomnio


.................................................................................. a
.................................................................................. f
.................................................................................. l
.................................................................................. i
.................................................................................. c
.................................................................................. c
.................................................................................. i
.................................................................................. ó
.................................................................................. n


intemperie



................................................................. desventura






Son tan sólo palabras,
tal vez prosopopeya
de versos que leímos,
desnudos entre sí,
carentes de ningún significado.

Murmullos de nostalgia en soledad
que nunca me atreví a decir
cuando estaban mis sábanas vacantes.

Porque acaso la noche
soñaba mis caricias para ti,
tenía de tu amor antecedentes,
la prueba de que fuimos
dos almas solitarias a sabiendas.



Manuel M. Barcia

FLOR DE NIEVE

Traje de novia
con pétalos en flor.
Nieve o no nieve.


Manuel M. Barcia

NOS ESPERA UN INVIERNO DE PELUCHES TOMAR

La corriente en chorro, que mueve las borrascas, está desplazada al sur, lo que provocará más precipitaciones. El fin de semana traerá nieve en el norte, lluvia en el sur y termómetros bajo cero.

V. Osorio / Qué. es i5/12/2010





No pienso hacer uso de cadenas
para ver a los Reyes
bajo intensa nevada
mientras la cabalgata forma fila en el hielo.

Diré a Papa Noel
que no aparque el trineo con los renos
donde hago el amor junto a la chimenea.

Delante de la puerta de mi alcoba
colgaré un cartel que muestre claramente
que tengo los pies fríos
y la cama caliente con luz bajo mi almohada.

Porque he de hibernar
al lado de mi osito de peluche.
Leer en su memoria mientras sueño
los cuentos del relato de mi infancia,
sin otro afán o ansia en el deseo
que jugar otra vez
a los polis y ladros cuando hay crimen sin dueño.

Y que sea el mercurio
quien tome este invierno decisiones,
comande los termómetros con cero
y deje que las gotas de rocío
evoquen mi pasado tan pequeño.


Manuel M. Barcia

TE AMO

Te amo cada día.

Me has tallado el alma
con azules que filtran desde el cielo
la esperanza de ser eternamente
tu luz en mi arcoiris,
el hilo de la lluvia que nos cose de seda
a un nudo emboscado de tropiezos
compartiendo amistad en lo difícil.

Habrá, seguramente,
más lágrimas vertidas.
A veces porque todo nos sonríe,
y otras, dejarán las huellas imborrables del dolor
que convierten al fuego en acero.

Y es que hubiese querido ser poeta,
transformar en palabras
los instantes que juntos compartimos,
hacer del extravío de los sueños
metáforas de ti,
o acerca de lo bello que supone tenerte
cuando vistes con lazos del amor
tu forma de mujer.

Sin embargo,
no son de poesía
los pasos que acostamos tan cansinos
de subir y bajar
azares de la vida con picos diferentes.

Tu patria es garantía
de huellas que se apilan en los años,
- tan hondas en la tierra-,
que asoman el vaivén de las caricias
con olas que florecen en el mar,
el mar tan tuyo y mío,
que nos lleva hacia dentro
despacio y ciegamente
cuando somos del beso primavera.



a Teresa.


Manuel M. Barcia

EL ÁNGEL DE LA MUERTE

Llevo sobre mi grupa
el cadáver de un lobo extemporáneo.

A ratos oigo súplicas que imploran
destinos coincidentes
con huellas por la senda de utopía.

Las fauces de la sombra
no saben devorar a los más fuertes
cuando alumbra la luz de los delirios.

El viento ladrará si tengo miedo.
Y si no, siempre está,
el ángel de la muerte.



Manuel M. Barcia

INSOMNIO

Ojos de luciérnaga
trasnochan en la luz de mi esqueleto.

Parece que las horas se quieran evadir,
refugiar su futuro en el presente,
vivir a tiempo lento
el ritmo que a los sueños acelera

y ser en los relojes
minuendo.


Manuel M. Barcia

LA SANGRE DEL BIG BANG

Sabemos donde caben la mar y sus mareas.

Conocemos teorías
de otros calendarios que no existen,
que emiten de la lluvia su señal.

El agua sólo es una doctrina,
un dogma que gotea interrogantes,
la sangre del big bang,

el brindis que bautiza universos
que gravitan a ciegas
la riada del sol por los cauces sombríos,

regando con su luz a los planetas.


Manuel M. Barcia

SI ESCRIBIESE UN POEMA...

Si escribiese un poema para ti,
si todo lo demás no importase...

Tendría que inventar un ideario
ajeno a la memoria,
la luz de un mundo nuevo ante el espejo
que verse soledad
sin sombras que refugien las nostalgias.

Serías la razón de cada estrofa,
esencia y plenitud,
la mágica pasión que justifica
que todo lo imperfecto
se cubra de alegóricos renglones
para ser de lo ignoto tu hermosura.

Si pudiera escribir ese poema,
en él tendrían cabida
las rimas de los besos que nos dimos
antes de que las noches fueran tristes y frías.

También antiguas rutas de la seda,
por senderos de amor
que fueron lluvia y río de los valles
cuando el manto del cielo nos cubría.

Pero a veces, sucede,
que aquello que miramos con los ojos adentro,
es lo inútil del sueño,
abismos en el alma,
ecos inconmovibles de luz sin germinar.

Y asciende del silencio amaneceres,
preguntas sin respuesta,
los pliegues de las sábanas vacías
donde quema el calor
que un día hicimos fuego sin promesa.

Si escribiese un poema para ti,
no sería de amor, ni de locura,
porque fuimos desnudos su deseo,

amantes sin palabras que se amaban de veras.



Manuel M. Barcia

ESCALA DE OLVIDO

Es extraño el lenguaje que me llega
del paisaje marchito
que se viste de ti
suplantando la acústica del viento.

La música es callada,
como el eco volcánico de un bosque
con árboles de hojas pedregosas
que lloran al pudrirse.

Pero cuando la escucho,
se oyen melodías moribundas
clamando amnistía y libertad,
como un himno con letra de nosotros
en escala de olvido.



Manuel M. Barcia

INSTINTO ATEMPORAL

A pesar de tus huellas imborrables,
a pesar de la sangre malherida
que nunca cicatriza el corazón,
conservo el instinto atemporal.

Igual que los perdidos sin querencia,
tus labios son leales a mis besos,
imantan aún el fuego que dio llama de amor
a todo lo que ardía sin quemarnos.

Y tú sigues moviéndote en la sombra,
rozando el perfil de mis secretos,
con el calor a salvo del suicidio,

emboscando mi piel.



Manuel M. Barcia

DESCONCIERTO

Otra vez los instantes que viven en lo oscuro,
la noche recreándose en mis sueños,

la
....nostalgia
.....................de
..........................,ti ...


mi puto desconcierto!



Manuel M. Barcia

FUGA

No sabría decir
si el vuelo de las aves migratorias
eleva sobre el cielo mi mirada
o sólo son los pájaros mutantes
que alzan bajo el sol sonata y fuga;
cuando Bach imagina
corcheas fugitivas que suplantan a Dios
en las huellas del viento.

Tal vez en este ahora
me toque custodiar los espacios callados
mientras suena el violín
la música que vuelve del misterio.

O ser espectador ante la lluvia
de todo lo que gira el universo,
aunque ardan al sur del horizonte
crepúsculos de luz en mi memoria.


Manuel M. Barcia

UN POCO MÁS ABAJO

He de inventar un camino a tu boca,
violar si es necesario los recodos y el nudo de revueltas
que impiden ser del agua lo que arde.

He de oír el espejo
que nombra la raíz de tu sonrisa
mientras silban mis labios
el eco de los ecos que te inundan
cuando todo en el vientre ya se inflama.

He de morir, si muero,
temblando en el misterio que nos une,
abrazo del telúrico sepulcro
que unge la catarsis de los besos

... un poco más abajo.



Manuel M. Barcia

CON BRÚJULAS DE GAS

Después de aquel reflejo
cegado en los umbrales de la luz,
tan sólo los poderes de la alquimia
podrían transmutar
la blanca vía húmeda que yace
oscura, sucia e innoble
en las grietas sombrías del cristal.

No existen los espejos donde muero.

Quizás por eso sea la orfandad
la única sustancia que me queda
mientras busco luciérnagas sin alas
cuando todo resbala en el recuerdo.

Y veo como se mueven las farolas
con brújulas de gas.



Manuel M. Barcia

CALLO MIENTRAS LLUEVES

A Ana Muela



Hablamos de lo nuevo que sucede,
esas pequeñas cosas
del mundo intrascendente sin sistema;
del círculo de horas
que oculta el pasatiempo de diciembre.

Un puente norte-sur nos enlazaba,
llevándonos cosidos a las meditaciones,
y al abrazo apacible
que une poesía y confidencia.

Y fuiste de mi voz, radiografía,
el desnudo interior de mi presente,
y enlace telepático del viento
respirando mi ego en tu latido.

Podía ser tu piel en mi universo,
la parte más intrínseca de ti,
tu alma compañera.

Tal vez el tiempo allí, era distinto,
o sólo eramos sueño en la palabra.

Pero queda una imagen que atestigua
la sombra de tu magia en el paisaje,
que vino a contra-luz cuando llovías.

Y trajo un haz de luna con marea
bebiendo los adverbios de la noche,

mientras tú, mis hechizos compartías.



Manuel M. Barcia

CIEN AÑOS DE ETERNIDAD

La palabra que decimos
viene de lejos,
y no tiene definición,
tiene argumento.

Cuando dices: nunca,
cuando dices: bueno,
estás contando tu historia
sin saberlo.

Luis Rosales (1910/2010)








Sobre pastos de aguas minerales,
relieves amasados de montaña,
mil verdes en los riscos
y luz de chimenea en mi desierto.

Con leña, sal y humo
recito con los ojos silenciados
poemas manuscritos de Lorca y de Rosales,
simulando ser eco de la ausencia.

La raíz del paisaje les delata,
la flor de los granados y su fruto de sangre,
aromas de altitud en soledad
y el alma de los dos extraviada.

Acaso mi presencia en La Alpujarra
no sea más que lluvia sin destino,
la actitud de un bohemio
surcando libertades que no existen,

pero puedo escuchar
la voz con que hizo Dios a los poetas,
sus palabras en ellos,

y dónde puso el sur la eternidad
para ser poesía en el destierro.



Manuel M. Barcia

MATANDO EL TIEMPO

TIC...


...El mundo se recicla y todo es nuevo,

..................como una persistente alborada

.....................................................que libre ha de nacer

....................................................................ungida por el vientre del deseo.



...............................................................eneited es on joler led adreuc aL

...................................................arefse al arig odnauc

..................................,opmeit orto ed sator senoisuli sal

.........etreum al ed litálov olucsúperc


CAT...





(Nota para no-disléxicos:)

La cuerda del reloj no se detiene
cuando gira la esfera
las ilusiones rotas de otro tiempo,
-crepúsculo volátil de la muerte-.

...TAC





Manuel M. Barcia

EDITH

Son música sus charlas con la mar.

Sentada a pie de roca, y siempre puntualmente con el té,
observa la derrota interminable
de las olas con cresta gris o azul,
según gima su pena.

También se ríen juntas,
y juegan a delfines sin pareja,
a besos de infracción municipal,
y al júbilo de las celebraciones
que cuando pasa el turno de los sueños,
traen las bodas de agua.

Es la fidelidad,
la parte intransferible
que las une y separa,
acaso del deseo de estar solas
cuando algo en Edith
sugiere que ha de huir despavorida.

Y no porque el temor
le calce un ciempiés en polvorosa.
Simplemente recuerda
que el mundo de verdad también existe,

que hay otro bienestar
atado por destinos sin excusa
con nudos del amor inseparable.

Sin embargo,
a veces es posible
tenerla junto a mí.

Su imagen aparece en tres espejos,
es prisma de la luz cuando amanece,
y araña el cristal de mi ventana
con lápiz y papel,

y dibuja los signos
que filtran los colores,
dejando un tatuaje de arcoiris
en mi caleidoscopio.

Y con lente de aumento
reflejo en su cuerpo diminuto
un alma con penacho de palmera
y enorme corazón,

que tanto, cuando tiembla, escucho y quiero.



Manuel M. Barcia

SIN BATUTA DE DIOS

Tengo el espíritu desencantado,
errante, vagabundo,
como si pretendiese
cambiar de partenaire,
o incluso de osamenta;
mudarse de lugar cuando no existo.

Y escribo en soledad cosas de nadie;
todos los desvaríos
capaces de una mente atormentada
donde afinan la voz los disidentes
sin batuta de dios, todo artesano.

Disculpen mi torpeza,
mi críptica visión de la monotonía.

Al fin sólo es ayer
cavilar el mañana
cuando el alma sopesa las quimeras

y el silencio te atrapa...



Manuel M. Barcia

LA HUELLA PENETRANTE DEL LECTOR

Proyectas la mirada de la luz
sobre los pergaminos
que acogen con ternura a las palabras
carentes de una patria
donde siembre la voz su predicado.

Acaso sólo sean, en ojos del lector,
respuesta incomprensible
al nexo de verdad que no contienen
las desapariciones.

Es breve la caricia que atestigua
el tacto de las páginas de un libro
cuando sella la ausencia
el lacre del silencio entre sus lomos,

con lágrimas vertidas hacia dentro

y
...otra
............vez
....................la
.........................sombra.



Manuel M. Barcia

PSICODELIA

Crucé las líneas blancas
del suelo inmemorial de Abbey Road
con ánimo de oír entre sus grietas
los gráciles andares de los escarabajos.

Sonaban la pisadas de John Lennon
a solo de lamento,
como suenan los pasos del ciempiés
si todo en su destino se fragmenta
hacia ninguna parte.

También podía sentir
el llanto inapenable de guitarra
en la púa de Hendrix,
corriendo por mi sangre
un ácido en las venas que no quema.

A otros, en los brazos de la muerte,
llamándole a gritos por su nombre,
como si aun vivieran
los ecos descendentes del concierto
que fueron de la luz repeticiones.

Cabían en los márgenes del tiempo
los idos con la sombra soterrada.

Estaba Michael Jackson junto a Joplin
cantando con espíritu rebelde
letras y melodías sin tristeza.

Y acaso con el ego de un solista,
la voz de Freddy Mercury que ardía
desafiando a Dios
a ser allí, tan sólo,
intérpetre pasivo del mundo estelar.

Tal vez sea verdad lo que se dice:
que los sueños rockeros nunca mueren,

que no es contracultura ni pasado
la huella incorruptible que dejaron
los músicos del alma
cuando el viento resuena psicodelia

y cae lluvia que incendia la ciudad.



Manuel M. Barcia

SI ERES VIRGEN, NO LEAS

Hay hombres travestidos con sotana,
que cuando son de dios el mandamiento,
transgreden de la infancia confesiones
con leyes de la selva.

Y fingen ser la voz de la serpiente
con lengua que penetra en el oído
la baba sin condón de castidad.

Sin embargo,
ajeno a esta moral, también existe,
un cielo por caricias estrellado,
capaz de ser incendio en la mujer
cuando un río desborda
el magma de la lluvia en el paisaje.

Si eres virgen, no leas,
encarna la visión de la belleza
con la herida de luz
que un puñal en el pecho profundiza,

oye misa otra vez.



Manuel M. Barcia

ILUMINAS MI SOMBRA

La magia que nos cupo, ya no está.

Los pájaros de luz
hechizaron el viento
volando en su oquedad las migraciones.

Ahora he de inventarte,
sangrar en el papel
los versos no escritos de los sueños
que aparean tu nombre con el mío,
nos hacen viceversa,
destino sin destino al que volver.

Ahora he de cruzar el laberinto
que nace de la lluvia
los poemas,

y tú,
ardiendo las constelaciones
con embrujos de fuego,
iluminas mi sombra.



Manuel M. Barcia

SONATA POST MORTEM

No hay notas que instrumenten cuanto tuve,
cuando todo el sonido era armonía
y caricia del pulso de un arpa en mi universo

La música se oculta
detrás del diapasón
que hace oídos sordos
cuando vibran mis gritos inaudibles
los ecos del ayer con desafino

¿ Y todo este ruido para qué?...

Es muda la respuesta del silencio
cuando en el ataúd
tan sólo es resonancia la madera,

barroco de la caja en que se pudre
el plectro de mi alma,

para ser del amor, renacimiento.



Manuel M. Barcia

IDEA DE UN TACHADO IMPUBLICABLE

Acudes hasta mí
desde ningún lugar

Ahondas la raíz de la memoria
de una manera tal
que tiemblan en la sombra del silencio
temores de la luz
sumidos en el vientre de la bruma

De la noche reciclas tu semilla,
cultivo de locura entre los cuerdos,
sembrando los adverbios con guadaña

Procedes de la nada,
eres un pensamiento impublicable,

la sed en la resaca de un abstemio
que medita no serlo.



Manuel M. Barcia